martes, 21 de julio de 2009

LA FELICIDAD


La felicidad era eso:
bordar en una colcha
unos bucles de colores,
dibujar sobre una sabana
hilos finos de cristal,
sueños de nácar,
y pensamientos de angora.
El verte,
el olerte,
el saborearte,
tu presencia.
En nuestra casa
y andadas las estancias
que se llenan
de tu vista,
de tu olor,
de tu sabor,
de ese enigma
en el cual se impregnan
nuestros días al llegar la noche:
el ladrido del perro
los niños, los agregados,
el saber de tu regreso
después de una dura jornada,
en una palabra: cotidianidad.

3 comentarios:

  1. Uff, el ultimo verso me ha roto, creo que le sobra, se sobreentiende esa cotidianidad en el poema, es decir, el poema refleja esa cotidianidad.

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  2. puede ser si, ya está todo dicho en los anteriores. gracias por la observación.

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  3. Es muy bonito, muy muy bonito.

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